La actriz californiana Kristen Stewart ha aprovechado la llegada de «Sangre en los labios» para alejarse de una idea ridícula o moral sobre la mujer. Es más se siente entusiasmada ante la idea de impedir que se perpetúen ciertos estereotipos.
Atrás queda Crepúsculo, la saga de cinco largometrajes, que tanta fama le proporcionó. Y eso que ha confesado que fue horrible hacer la misma película una y otra vez.
Ahora seguro sorprenderá con cine negro lésbico que propone dosis de sexo duro y asesinatos en serie.
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